Les comparto un excelente artículo sobre la complejidad de las relaciones en los tiempos modernos con la introducciónd de una reflexión de mi amiga y profesional en sicología, Liliana Umaña;
"Que bueno que los seres humanos aprendiéramos a conocernos a nosotros mismos primero, para luego poder sobrevivir a la compañía del otro... Algunos temen tanto a la soledad porque nos permite escuchar nuestras dolencias o fantasmas internos"
Estar solo en los tiempos actuales, de Flávio Gikovate, psicoanalista brasileño.
No es sólo el avance tecnológico lo que marcó el inicio de este milenio. Las relaciones afectivas también están pasando por profundas transformaciones y revolucionando el concepto de amor.
Lo que se busca hoy es una relación compatible con los tiempos modernos, en la que exista individualidad, respeto, alegría y placer por estar juntos, y no una relación de dependencia, en la que uno responsabiliza al otro de su bienestar. La idea de que una persona sea el remedio para nuestra felicidad, que nació con el romanticismo, está llamada a desaparecer en este inicio de siglo.
El amor romántico parte de la premisa de que somos una parte y necesitamos encontrar nuestra otra mitad para sentirnos completos. Muchas veces ocurre hasta un proceso de despersonalización que, históricamente, ha alcanzado más a la mujer. Ella abandona sus características, para amalgamarse al proyecto masculino.
"Que bueno que los seres humanos aprendiéramos a conocernos a nosotros mismos primero, para luego poder sobrevivir a la compañía del otro... Algunos temen tanto a la soledad porque nos permite escuchar nuestras dolencias o fantasmas internos"
Estar solo en los tiempos actuales, de Flávio Gikovate, psicoanalista brasileño.
No es sólo el avance tecnológico lo que marcó el inicio de este milenio. Las relaciones afectivas también están pasando por profundas transformaciones y revolucionando el concepto de amor.
Lo que se busca hoy es una relación compatible con los tiempos modernos, en la que exista individualidad, respeto, alegría y placer por estar juntos, y no una relación de dependencia, en la que uno responsabiliza al otro de su bienestar. La idea de que una persona sea el remedio para nuestra felicidad, que nació con el romanticismo, está llamada a desaparecer en este inicio de siglo.
El amor romántico parte de la premisa de que somos una parte y necesitamos encontrar nuestra otra mitad para sentirnos completos. Muchas veces ocurre hasta un proceso de despersonalización que, históricamente, ha alcanzado más a la mujer. Ella abandona sus características, para amalgamarse al proyecto masculino.