Recientemente he tenido la oportunidad de reflexionar y adentrarme en un concepto que viene al calzar y estructurar mucho de lo que nos toca vivir en camino de vida conforme van pasando los años y las experiencias y eventos nos afectan. Me refiero a la Resilencia.
El término viene tomado de la física de materiales como " La propiedad de un material de recobrar su forma y estado inicial una vez sometido a una presión externa".
En psicología se refiere a "La capacidad de enfrentar la adversidad, mantenerse mientras se enfrenta y sacar provecho de ella" Victor Calzadillas en el blog Excelencia Personal
Es esa fortaleza para resistir y sobreponerse ante situaciones traumáticas, tragedias, acontecimientos desestabilizadores, estresantes, ante desastres, crisis. Esta capacidad permite a la persona salir fortalecido ante las situaciones adversas, superarlas, y ser transformado positivamente.
Y no lo menciono porque sea la alternativa natural de reacción ante las situaciones, más una opción, no la obvia ni la facilista, es la que transita por un camino de crecimiento. Es el fruto de la escogencia de no dejarnos llevar por la entropía de la naturaleza humana, de culpar a cualquiera, de decir que "la vida me hizo así", "me obligó", "no tenía alternativa" o "cualquiera en mi situación hubiera hecho lo mismo", las cuales se validan cuando nos encontramos hundidos en la falta de esperanza o desánimo, desprovistos de herramientas emocionales y en muchos casos víctimas de lo que llaman un secuestro amigdalar, donde nuestras ideas y preocupaciones se transforman en emociones que el mismo cuerpo interpreta poniendo al cuerpo bajo una carga química que nos hunde más, nos drena nuestra energía vital y complica el ver opciones y salidas.
Michel Manciaux en "La resiliencia: ¿mito o realidad?" comenta:
"A pesar de traumas graves, incluso muy graves, o de desgracias más comunes, la resiliencia parece una realidad confirmada por muchísimas trayectorias existenciales e historias de vida exitosas. De hecho, por nuestros encuentros, contactos profesionales y lecturas, todos conocemos niños, adolescentes, familias y comunidades que "encajan" shocks, pruebas y rupturas, y las superan y siguen desenvolviéndose y viviendo -a menudo a un nivel superior- como si el trauma sufrido y asumido hubiera desarrollado en ellos, a veces revelado incluso, recursos latentes y aun insospechados".
Porque no solamente se trata de aguantar el golpe, de rectificar el rumbo luego de un evento desestabilizador o de agregarlo a la experiencia "para la próxima", sino de realizar una elaboración mayor, incorporando esa experiencia y creciendo a partir de ella.
Definitivamente la fórmula que me queda de este tema es que... Para Resilencia, desarrollemos Trascendencia!!, que es un tema que se quiero abordar en un siguiente post.
miércoles, 22 de junio de 2011
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