Las interacciones positivas son aquellas que nos brindan alegrías, experiencias satisfactorias, enriquecedoras y que nos llenan de dicha y alegría, son energizantes, vigorizantes y gratificantes.
Mientras tanto, otras experiencias que llamamos negativas, tienen que ver con el fracaso, el temor, la muerte o la pérdida, la tristeza o la pena, la extinción, el vacío y la desdicha, son las que te quitan la energía, te van consumiendo hasta dejarte seco, decrépito y sin chispa de vida.
El impacto de éstas ultimas experiencias nos puede paralizar, llevar a la autodestrucción, la retirada o la rendición, mientras que si se elaboran en un nivel mayor, se puede incorporar esa experiencia a la vida y crecer a partir de ella.
Para ejercitar y fortalecer la resilencia:
- Busco y practico la experiencia de emociones positivas: perdon, gratitud, alegría, interés, serenidad, esperanza, orgullo e inspiración.
- Proceso las emociones y situaciones negativas: elaborando los sentimientos de odio, miedo, rabia, tristeza, disgusto. Hay que drenarlas, elaborarlas, resolverlas. Déjelas pasar, perdone, suelte, no se aferre, siga con lo que la vida tiene que ofrecer.
- Busco apoyo.
- Fortalezco relaciones enriquecedoras y nutritivas.
- Planifico y persigo metas prácticas, desarrollo un Plan de Vida.
- Defino mis roles actuales e idóneos, los cultivo y me hago cargo de ellos, dándole a mi vida un balance personal entre esas diferentes áreas.
- Aprendo y leo, adquiriendo información sana y positiva que incorporo a mis pensamientos, diariamente.
- Desarrollo mi sentido de trascendencia y mi espiritualidad.
... Para superar y erigirnos sobre las circunstancias.
... Para mantener dentro de nosotros un núcleo sano, protegido, no herido.
... Para prevalecer sobre la entropía!!!
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