domingo, 14 de noviembre de 2010

Castillos en el aire


Si has construido castillos en el aire, tu trabajo no tiene porqué perderse; allí es donde debería estar. Ahora, coloca los cimientos debajo!
Henry David Thoreau.

Definitivamente al soñar no solo se hace más llevadera la vida, vía un escapismo implícito en la acción misma, sino que también te arma de visión, visualización creativa de lo que quieres esté por venir en tu futuro.
Dejando de lado la poesía, llena de fortalezas voladoras, les propongo el ejercicio de plantearnos los castillos que, inicialmente sostenidos por nuestra fe y voluntad, logren grano a grano, cimentarse para ir construyendo una realidad tangible, una manifestación concreta de lo que en algún momento fue el boceto de una idea.
Algunas personas se sorprenden al ver como algunos empresarios voltean a ver un lote, un predio semi-descuidado y en cuestión de meses hacen brotar un edificio que permite a muchos habitar o trabajar. La suerte media poco en este proceso, conocimiento del mercado, de las finanzas inmobiliarias, de construcción y trámites y de mil factores y trabas más que están de por medio. Si fuera fácil, les aseguro que todos lo harían.

Este es el camino de los emprendedores, levantando los pies del suelo, saliéndose de su comodidad, pensando en grande, construyendo castillos que de preferencia, tengan muchas puertas y ventanas, múltiples caminos de acceso, opciones, atajos, pasajes secretos que permitan afrontar cada derrota, cada obstáculo que se te pueda presentar en el camino, porque esos definitivamente no faltan!
Esta frase se la he tomado prestada a una querida amiga, sabiendo que refleja un gran principio, al cual junto con ella me aferro con firmeza y es avanzar, avanzar aún bajo la lluvia, bajo las peores tormentas, con la seguridad de que en algún lado allá adelante, el sol está brillando.

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