lunes, 24 de mayo de 2010

Capitalismo y Conciencia Social

"Como actor del mercado, intento maximizar mis beneficios. Como ciudadano, me preocupan los valores sociales: la paz, la justicia, la libertad, ....." Moris Polanco, Ph. D.

Definición de términos:
  • Capitalismo: Por capitalismo se entiende un régimen económico fundado en el predominio del capital como elemento de producción y creador de riqueza.
  • Conciencia Social: En esta combinación de palabras se entiende un conocimiento interior del bien y del mal respecto a la sociedad.
Al decir que un valor a perseguir y vivir es un capitalismo con conciencia, me refiero a que mientras se vive y trabaja en el marco de un sistema capitalista, con las ventajas de superación, producción y prosperidad que se pueden derivar del trabajo creativo y tesonero, llevando nuestras ideas a la práctica, por medio de empresas, productos y servicios que son puestas a disposición del mercado, podemos y debemos corresponder a la sociedad de los beneficios que recibimos de nuestro trabajo.

El problema viene al notar que en un sistema económico capitalista vamos a ver una serie de problemas, principalmente vinculados a la falta de valores. Un ejemplo reciente lo podemos observar en los efectos de la ambición y avaricia desmedida de los ejecutivos financieros e inmobiliarios que provocaron la crisis financiera del 2009

Resulta que estos individuos, envueltos en una sociedad sumamente agresiva y competitiva como la norteamericana, donde el éxito solamente se mide en términos monetarios y por el grueso de su billetera y lo profundo de sus bolsillos, y en la cual se han abandonado o dejado de lado cualquier valor moral que le lleve a tener empatía y solidaridad con los demás.

Es necesario entonces, plantearse una reflexión personal acerca de mis prioridades y valores acerca de temas trascendentes como la justicia, compasión, solidaridad, entre otros. Y con respecto a la conciencia de la que hablo acá, no me refiero solamente en la que se puede tener en relación a terceros, sino también hacia sí mismo, pues de no tenerla, nos dejamos envolver por el trajín, el afán de lucro desmedido y terminamos dañando nuestra propia salud, nuestra integridad y valores, dejando la puerta abierta al estrés, la depresión, la desintegración familiar por el abandono a los miembros de su familia por perseguir metas meramente materiales.

Corremos el riesgo de cegarnos en el proceso, de dejar de ver a los más necesitados, ya sea económica, emocional, intelectual o relacionalmente.

La versión práctica de esta convicción, se ven traducidas en la disposición de hacer desde el acto más sencillo, incomodarme en el trajín del trabajo, para ver y notar a la persona y la historia detrás de ella en la persona que colabora en mi empresa, en detenerme a ejercer la cortesía y la colaboración, aunque no sean parte o vinculados a mi posición. Disposición para colaborar en la iglesia a la que asisto, sea con tiempo o recursos, para idear o colaborar en proyectos específicos que permitan extenderse a los demás, se materialmente o por medio de formación o enseñanza.

Trabajo duro, el gusto de cerrar un buen negocio y recibir un ingreso por el mismo, de generar trabajo por ese medio… pero además el saber que no estamos solos, ni somos islas, que podemos abrirnos a los demás y encontrar alegría y realización en el servicio y en el dar.

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